Categorías
Cámaras Canon EOS R Noticias

La nueva contraseña antirrobo de Canon es un chiste. Y uno muy malo.

¡Hola, equipo! Soy Chema Photo. Hoy vengo a hablaros de algo que me ha dejado con una cara que podría ser la miniatura de un vídeo de YouTube. De hecho, lo será. Canon ha lanzado por fin una función que llevamos años pidiendo: una contraseña para proteger nuestras cámaras. La idea era genial, una forma de disuadir a los ladrones y proteger nuestro valioso equipo.

Me lancé de cabeza a actualizar mi Canon EOS R8 para probarla, grabar el proceso y contaros lo maravilloso que era todo. Pero me he topado con una realidad que es, sencillamente, ridícula. Agarraos, que vienen curvas.

La promesa: Adiós a los robos con el nuevo firmware de Canon

Hace unos días, Canon liberó una actualización de firmware para varios de sus modelos de la serie R (R8, R6, R5, etc., aunque parece que la R y RP se quedan fuera por ahora). La gran novedad era la posibilidad de configurar un PIN de 6 dígitos, como el del móvil, para bloquear la cámara cada vez que la enciendes.

El objetivo es claro: si te roban la cámara, el ladrón no podrá usarla. Suena bien, ¿verdad? Yo mismo, que he hablado en mi canal sobre la plaga de robos que sufrimos los fotógrafos, estaba ilusionado.

El proceso de actualización: Paso a paso (¡y con cuidado!)

Como siempre os digo, lo primero y más importante es descargar el firmware únicamente desde la web oficial de Canon. No os la juguéis con esto.

El proceso para actualizar es bastante sencillo, pero hay que seguirlo al pie de la letra:

  1. Descargas el fichero (.FIR) desde la web de Canon.
  2. Formateas una tarjeta SD en la cámara.
  3. Copias el fichero .FIR a la raíz de la tarjeta SD usando un lector.
  4. Preparas la cámara: batería cargada a tope, quitas el objetivo (yo puse una tapa) y pones el dial en modo P (Programa). Ni idea de por qué en P, pero son las instrucciones.
  5. Inicias la actualización: Vas al menú, buscas la opción de «Firmware» y sigues las instrucciones. Tarda unos minutos y, sí, da un poco de miedo, pero el proceso terminó sin problemas.

Una vez reiniciada, la cámara me pidió configurar la nueva contraseña. Puse mi PIN súper secreto (122333, no se lo digáis a nadie 😉) y… ¡listo! Apagué, encendí y ahí estaba: la pantalla pidiendo el código. Hasta aquí, todo perfecto.

La cruda realidad: Un botón para destrozarlo todo

Y ahora viene el motivo de mi enfado. Cuando enciendes la cámara y te pide la contraseña, justo debajo del campo para introducir el PIN, aparece un inocente botón que dice: «Reiniciar».

¿Y qué hace este botón? Pues exactamente lo que estás pensando. Si un ladrón (o cualquiera) pulsa ese botón, la cámara le avisa de que se van a restablecer los valores predeterminados y se va a eliminar la contraseña.

Repito: ¡SE ELIMINA LA CONTRASEÑA CON UN SOLO BOTÓN!

O sea, Canon ha desarrollado una función de seguridad que puede ser desactivada por la misma persona a la que intentas bloquearle el acceso. Es como poner una puerta acorazada en tu casa y dejar la llave pegada en la cerradura con un post-it que dice «llave». No tiene ningún sentido.

Esta «medida de seguridad» no formatea la tarjeta SD, por lo que las fotos no se borran. Lo único que hace es devolver la cámara a sus ajustes de fábrica. ¿Para qué sirve entonces? ¿Para que no te copien los ajustes personalizados? ¿En serio?

¿Hay algo positivo en todo esto?

Siendo honesto, sí. A pesar de esta implementación desastrosa, hay una pequeña luz de esperanza.

Canon es una marca muy tradicional, a veces lenta en adoptar nuevas tendencias. El hecho de que hayan dado este primer paso significa que *la seguridad por fin está en su radar. Mi esperanza es que esto empuje a otras marcas como Sony, Nikon o Fuji a implementar sistemas de contraseña, pero, por favor, *que los hagan bien.

Una contraseña debe inutilizar la cámara por completo, y solo debería poder restaurarse a través de un servicio técnico oficial, presentando una factura de compra. Eso sí sería una medida disuasoria real.

Mi consejo y cómo protejo yo mi equipo

Visto lo visto, no os recomiendo actualizar vuestra cámara principal de trabajo solo por esta función. Yo lo he probado en mi segundo cuerpo, la R8, pero esperaré unas semanas para ver que todo es estable antes de tocar mi R6. Un fallo en medio de un trabajo es inaceptable.

Mientras tanto, ¿cómo nos protegemos?

  • Seguro: Yo tengo mi equipo asegurado. En mi caso, con [nombre de la aseguradora, si quieres ponerlo], y la verdad es que estoy contento. No me patrocinan, pero la tranquilidad que da no tiene precio.
  • Localizador: Llevo un AirTag escondido en la mochila. No es infalible, pero es una capa extra de seguridad que puede marcar la diferencia.

Al final, si te quieren robar, lo van a intentar. Pero nuestro trabajo es ponérselo lo más difícil posible.

Me encantaría saber qué pensáis de todo esto. Dejadme un comentario abajo: ¿Os parece tan ridículo como a mí? ¿Vais a activar esta función? ¿Qué trucos usáis vosotros para mantener vuestro equipo a salvo?

¡Nos leemos!

Chema.

Deja un comentario