¿Es la mejor cámara Full frame barata?
Esta es la review que necesitas ver antes de comprar tu Canon EOS R8.
Después de tres meses con la Canon EOS R8, siento que ya tengo una opinión sólida sobre esta cámara. La compré con cierto escepticismo, pero ahora se ha convertido en mi cámara principal, y hoy quiero compartir lo bueno y lo malo que he encontrado tras usarla en múltiples sesiones de fotografía, principalmente de retratos.
Rendimiento y calidad de imagen
Lo primero que me llamó la atención fueron sus 24 megapíxeles. Al principio, pensé que quizá se me quedarían cortos, ya que estaba acostumbrado a usar la Canon R5 con sus 45 megapíxeles, pero tras varias sesiones, puedo decir que para fotografía de retrato, los 24 megapíxeles son más que suficientes. Incluso si necesitas hacer algún recorte o ajuste, el detalle es excelente. He trabajado con joyas y bolsos de lujo, donde se necesita una gran resolución, y para eso sigo confiando en la R5. Pero para el 99% de mis proyectos, la R8 cumple de sobra.
La calidad de imagen es impresionante, no solo por la resolución, sino también por su nitidez y rango dinámico. Los colores son fieles y vibrantes, algo que es esencial para mi trabajo como retratista. Además, es ideal para trabajar con una variedad de objetivos, desde los más básicos como el 50mm 1.8, hasta otros de mayor calidad, como el 85mm f2. La combinación de este último con la R8 me ha dado resultados increíbles en retratos, manteniendo siempre un equipo ligero.
Tamaño y ergonomía
Uno de los grandes puntos a favor de la Canon EOS R8 es su ligereza y tamaño compacto. Con solo 460 gramos (incluyendo batería y tarjeta), es extremadamente portátil y cómoda de usar. Si bien es cierto que para manos más grandes puede faltar un poco de agarre, hay soluciones disponibles como adaptadores para mejorar la ergonomía. A mí, con manos pequeñas, me va perfectamente tal como está.
Sistema de enfoque
El sistema de enfoque de la R8 es sorprendentemente bueno. De hecho, lo he encontrado superior al de la R5, siendo más rápido y preciso. Cuenta con detección de ojos y animales, lo que es especialmente útil si, por ejemplo, estás fotografiando mascotas. Esto me ha facilitado mucho el trabajo en situaciones donde necesito rapidez y precisión en la captura del sujeto.
Lo que me ha gustado menos
No todo es perfecto. Uno de los puntos negativos que destacaría es que solo tiene una ranura para tarjetas SD. Aunque nunca he tenido problemas graves con tarjetas SD, siempre prefiero tener un respaldo, especialmente en trabajos importantes como bodas, donde la posibilidad de que falle una tarjeta es una gran preocupación. Este es un factor importante a considerar si realizas trabajos donde no te puedes permitir perder ni una sola imagen.
Otra limitación que he encontrado es la duración de la batería. La Canon EOS R8 utiliza una batería pequeña de 1040 mAh, lo que implica que no aguanta tantas fotos como otras cámaras de mayor tamaño. Me he acostumbrado a llevar varias baterías encima y a cambiarlas tras cada sesión, pero es un inconveniente si prefieres trabajar con una sola batería durante largas jornadas. Comprar Baterías.
Otras características y curiosidades
Un detalle interesante es que, aunque la Canon EOS R8 no tiene estabilizador en el cuerpo, su estabilización digital para vídeo es increíble. He probado a grabar con esta cámara y me ha sorprendido lo fluido que es, incluso sin estabilización física. De hecho, he llegado a preferirla sobre la R5 para algunos vídeos, ya que el estabilizador digital de la R8 funciona de maravilla en comparación.
Por otro lado, algo que me ocurrió una vez fue que la cámara se sobrecalentó durante una ola de calor en Madrid, mientras hacía fotos bajo el sol. No es algo que haya experimentado con otras cámaras, pero dadas las circunstancias extremas, no lo veo como un gran problema. Es algo a tener en cuenta si sueles trabajar en entornos con temperaturas muy altas.
Conclusión
Después de tres meses de uso intensivo, puedo decir que la Canon EOS R8 se ha ganado su puesto como mi cámara principal. Ofrece una relación calidad-precio impresionante, es ligera, cómoda y produce imágenes de alta calidad, tanto en fotografía como en vídeo. Si estás buscando una cámara full-frame para retratos o uso general, sin duda, la Canon EOS R8 es una opción que te recomendaría. Aunque tiene sus limitaciones, como la batería o la falta de doble ranura, los pros superan con creces a los contras, y es una cámara con la que seguiré trabajando durante mucho tiempo.